En una de las primeras entradas, explicaba el papel de las sumisas.En ella decia que somos las guardianas de las llaves de los oscuros sòtanos donde nuestros amos hacen realidad sus deseos más secretos.
Ahì precisamente, tuvo lugar lo que voy a narrar.
Una vez pasada la primera sesiòn en su garage, me advirtiò que sin previo aviso, me llevaría a un lugar donde nadie podría saber de mì, donde los gemidos serían ahogados por las paredes húmedas y donde sería en vano pedir ayuda para salir....
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